Minociclina como neuroprotección en Ictus Isquémico

Un artículo reciente señala que el uso de minociclina dentro de las primeras 6 a 24 horas post-ictus isquémico se asocia a menores discapacidades, lo cual sería una buena alternativa ya que la ventana de tratamiento es considerablemente mayor a la de tratamientos actuales.

Después de 3 meses de seguimiento el grupo tratado con minociclina tuvo un mejor desempeño en la Escala NIHS. La mejoría en los pacientes fue evidente desde la primera semana de tratamiento.

Se atribuye el efecto terapéutico observado no a las propiedades antibióticas de la minociclina sino a su capacidad anti-inflamatoria y su habilidad neuroprotectora.

Modelos animales han demostrado un potencial efecto neuroprotector de minociclina en enfermedad de Parkinson, Esclerosis Múltiple y otras.  Sin embargo existe información de un estudio fase 3 de reciente publicación, indicando que minociclina es en efecto dañina en ciertas enfermedades neurológicas.

Los hallazgos encontrados en ictus isquémico deben confirmarse en nuevos estudios con poblaciones más grandes, y determinar cuál es la dosis ideal y la mejor ruta de administración, si es que se confirma el efecto neuroprotector sugerido.